Segunda ruta en lo que va de año con salida desde Artá, aunque en esta ocasión rodaremos más al Este que la vez anterior y la ruta será más "light", iremos costeando y visitando algunas de las calas de la zona.
A eso de 9:30 aprox, repitiendo los compis de la anterior salida, Miquel, su hijo Albert y yo, (Carlos está malucho e Ismael es baja de última hora) comenzamos a rodar, callejeando por Artá dirección Camí de Cala Torta, que nos llevará por el Coll des Racó. Dada la escasez de salidas que mis patas llevan este año y el estado de forma que ello conlleva, para empezar esta subida no es lo mejor, pero bueno... despacito, cogiendo ritmo y así nos quitamos lo "gordo" al inicio. Finaliza la subida en el mirador de la Península de Levante con unas vistas muy bonitas de la zona de Cala Mesquida. Poco antes de reemprender la marcha, vemos muy de cerca el vuelo de un buitre que anda aprovechando las corrientes de aire en busca de algo que llevarse al pico. Poco a poco se va alejando, por lo que nuestro entretenimiento llega a su fin y tenemos que seguir bajando hasta el desvío hacia Cala Torta. Abandonamos el asfalto y comenzamos a bajar por el camino que nos llevará hasta la cala. Camino muy muy roto, donde adelantamos a dos coches de alquiler que inexplicablemente siguen bajando pese al estado del firme (hay agujeros considerables).
Finalizada la bajada, dejamos a nuestra izquierda Cala Torta y nos enfrentamos al tramo más técnico del día, donde la falta de rodaje por mi parte, sumada a mi rueda trasera, que la llevo prácticamente lisa, hacen que tenga que poner un par de veces el pie en el suelo para terminar la subida. Eso si, la zona es muy chula y tramo de MTB puro y duro. Se agradece.
Vamos quemando kilómetros y llegamos a Cala Mesquida desde donde pondremos rumbo por la pasarela de madera (que no sabemos por qué tiene prohibido el paso) hasta cala Moltó, Cala Agulla y Cala Rajada.
Seguimos dirección Sur, pero nos desviamos a la derecha para rodar por un sendero muy chulo que nos llevará hasta la carretera que une Artá con Canyamel y desde donde pondremos rumbo de nuevo hacia Artá, enlazando caminos hasta llegar a la Vía Verde Artá-Manacor, la cual seguiremos hasta llegar a nuestro destino.
Ruta muy chula en la que hemos disfrutado de un día espectacular en buena compañía y por una zona maravillosa, que nos ofrece multitud de variantes, que si o si, tendremos que seguir explorando.
Estupendo plan para iniciar los días de descanso!!
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